
Anoche regresé de un viaje de trabajo de dos semanas. Extrañé a mi novio y que me follaran duro como la puta que soy. Estaba lista para ponerme a cuatro patas, pero mi novio tenía otros planes. Quería tratarme como a una princesa y comerme el coño antes de la penetración salvaje que había estado esperando. Honestamente, no me quejé porque mi novio es un increíble devorador de coños. Sabía que iba a ser increíble, pero algo ha cambiado en él. Normalmente lo hace durante unos minutos y luego procede a follarme. Esta vez, se estaba tomando su tiempo. Follando mi coño con su lengua, asegurándose de lamer todas las partes de mí, haciéndome gritar a todo pulmón. No pude ver el tiempo, pero creo que fueron unos sólidos 30-40 minutos de él lamiendo mi interior y mi clítoris. Me folló después de mis interminables suspiros y luego, justo antes de que dijera que me iba a correr con la penetración, me folló con la lengua otra vez. Puro deseo sexual animal. Seguramente me extrañó tanto como yo lo extrañé a él. Me estoy mojando ahora solo de pensar en anoche 🙂